PASTORAL DEL ALIVIO

REUNIONES:

1° y 2° Domingo de cada mes; Corazòn de Marìa (Zelarrayan al 700)

Miercoles 19:30 hs : Capilla del Hospital Español (Estomba al 500)

Peticiones: (0291) 156- 444 - 148.

martes, 23 de junio de 2009

LOS CUATRO NIVELES DE SANACION.




La SALVACION de DIOS se extiende a todos los
niveles de nuestra persona.
Existen cuatro niveles de SANACION que se diferencian entre sí por el tipo de enfermedad y por las causas que lo originan.

1) SANACION DEL ESPIRITU O PERDON DE LOS PECADOS.

2) SANACION INTERIOR O PSICOLOGICA
(sanación de recuerdos ).

3) SANACION FISICA O DEL CUERPO.

4) SANACION DE OPRESIONES DEL MALIGNO (Liberación).


1) SANACION DEL ESPIRITU:

Esta es la más importante y más profunda manera de sanación, la que nos trae CRISTO y que nos la mereció con su VIDA, PASION, MUERTE Y RESURRECCION. El Señor quiere sanarnos ante todo, del PECADO. Toda Sanación debe comenzar por la CONVERSION (esto es fundamental).

Entre CRISTO y el hombre pecador (enfermo) debe darse un ENCUENTRO PERSONAL y un abandono de todo lo que NO sea CRISTO (falsos ídolos, creencias, supersticiones, cabalas, etc) y un Reconocimiento Pleno de que SOLO de JESUS viene Toda la SALVACION.

“JESUS es el CORDERO de DIOS que QUITA el PECADO del Mundo”.
La CONVERSION es clave en este primer nivel de SANACION.

Cuanto más profunda sea esta CONVERSIÓN, MAYOR será la SANACION INTERIOR que experimente la persona.

En la SANACION INTERIOR se tienen en cuenta dos factores fundamentales:

- El nivel MENTAL ( sanación de recuerdos dolorosos)
- El nivel AFECTIVO ( sanación de emociones )
-
Existen en el hombre cuatro factores causales de enfermedades y perturbaciones, que son:

EL ODIO / EL MIEDO / LA CULPA / ELCOMPLEJO DE INFERIORIDAD.

Estos cuatro factores representan los escollos principales a la hora de recibir la Gracia de la Sanación que Jesús quiere darnos para nuestras vidas. Por eso es importante Perdonar para liberarnos del Odio que es el factor más perjudicial de todos.
Dijo Jesús: “Perdonen, Si tienen algo contra alguno, para que también El Padre que está en los Cielos, perdone sus ofensas”.
Cuando Jesús sanaba, lo hacía primero del PECADO y recién después de la Enfermedad Física.


2) LA SANACION INTERIOR.

La Sanación Interior incluye la sanación de la memoria y de los recuerdos pasados hasta nuestro momento de la concepción, más aún, nuestra historia generacional también,
porque Cristo es Ayer, Hoy y Siempre y puede darnos la Sanación que necesitamos en todas las área de nuestra vida.
Jesús llena con su Amor aquellos vacíos y heridas en nuestro ser provocados por: pecados cometidos, abandonos sufridos, rechazos, miedos, falta de paz, etc.
El AMOR es el elemento esencial en la obra sanadora de Dios.

Si a lo largo de nuestra historia hemos sufrido la falta de amor de quienes nos rodeaban y esa falta de amor ha traído a la persona:
Incapacidad para amar – Tribulaciones – Falta de Paz – Desconfianza, será entonces el
Amor Divino el que SANE esas heridas interiores.

La Sanación Interior es como pedirle a Jesús que retroceda en el tiempo y vaya a esos momentos de nuestra vida en que fuimos heridos para que nos SANE con su AMOR infinito. La sanación interior nos hace Libres para gozar de la presencia de Jesús.
Es muy importante para realizar la oración de Sanación Interior un ambiente de PAZ y CONFIANZA, como así también es importante el CONSENTIMIENTO de la persona por la cual se quiere orar. (hacerlo con su permiso).
Se dan casos en que con solo orar una vez por una persona, ésta ha recibido la Sanación Plena, pero lo común es que se tenga que repetir la oración confiada e insistente a fin de discernir sobre las CAUSAS, motivos o RAIZ del problema que impide la pronta sanación. (si hay falta de perdón, resentimientos, miedos, pecados sin confesar, culpas, etc), por ello es importante consultar LA PALABRA DE DIOS, la cual nos iluminará en este sentido.


3) SANACION FISICA O DEL CUERPO.

Es común que nuestra propia incredulidad humana nos haga pensar que es imposible pedir por la sanación de un problema físico a través de la intervención divina. Es muy importante ESCUCHAR al hermano que pide oración de sanación, para discernir sobre qué aspecto se debe orar específicamente. (Duelos, abandonos, miedos, falta de perdón, culpas, rencores, etc ).
Una vez encontrada la raíz del problema y las causas que lo originan, entonces se orará con certeza y CONFIANZA EN DIOS, sobre la enfermedad que padece la persona.
En cuanto al gesto de la imposición de manos, se trata de un gesto de FRATERNIDAD cristiana, de AMOR. El mismo evangelio en MARCOS 16,18 nos dice: “…IMPONDRAN LAS MANOS SOBRE LOS ENFERMOS Y SANARÁN….”

Aunque también se puede orar por los enfermos SIN imponer las manos, sobretodo cuando la persona por la cual se ora, así lo expresa o nosotros percibimos que así lo desea. Es importante respetar el sentimiento de la persona por la cual se va a orar.
La oración de Sanación debe ser una oración CONFIADA en DIOS, con la CERTEZA de que DIOS SÍ ESTA ACTUANDO MIENTRAS ORAMOS Y LO VA A SEGUIR HACIENDO.
Para orar en el Nombre de JESUS hay que revestirse de los mismos sentimientos que EL tuvo: MISERICORDIA, PIEDAD, COMPASION, TERNURA pero sobretodo AMOR.
(Ver primera carta de Pablo a los Corintios, Capítulo 13)


4) LA LIBERACION ESPIRITUAL.

Debido al pecado de “REBELION” el hombre queda sometido a la acción del “Príncipe de este Mundo” (Satanás /lucifer/demonio) y por lo tanto al pecado en todas sus formas. La tarea del demonio consiste en destruir, desunir, confundir, desalentar y como dijo el apóstol Pedro “ronda como león rugiente buscando a quien devorar” (1°de Pedro, 5, 8 ).
Como soldados de Cristo debemos estar preparados para la Lucha Espiritual:
“Fortalézcanse en el Señor con la fuerza de su poder. Revístanse con la armadura de Dios, para que puedan resistir las acechanzas del demonio. Porque nuestra lucha no es contra enemigos de carne y sangre, sino contra los principados y potestades, contra los espíritus del mal que habitan en el espacio”. (Efesios 6)

Satanás (el padre de toda mentira y engaño), enemigo número uno del hombre desde su derrota definitiva en el Gólgota, (cuando Jesús es crucificado obedeciendo con el plan divino de Dios Padre), nos ataca de cuatro formas diferentes.

TENTACION – OPRESION – OBSESION – VEJACION - POSESION

La TENTACION:

el demonio ataca continuamente nuestras mentes con la intención de provocar: odio, soberbia, agresividad, vanidad, temor, desconfianza, celos, envidia, división, duda, auto-condenación, falso testimonio, mentira, chisme, desaliento, desesperanza, pereza para la oración y la vida espiritual, falta de compromiso, falta de oración, dureza de corazón, apatía, tristeza sin motivo, lujuria, depresión. El demonio conoce nuestro punto débil y nos atacará siempre allí. Es así que necesitamos poner todas estas insanidades o vicios ante los Pies del Señor en su CRUZ para que El las tome, las purifique y las sane con Su SANGRE Preciosa.

Desaliento: el fruto del desaliento es la Rebelión, y esta nos lleva a rebelarnos contra Dios y su Obra. La rebelión nos vuelve agresivos, negativos, orgullosos y destructivos. Los pensamientos que nos asaltan en esos momentos son: “Todo anda mal…, Esto no tiene arreglo…, Para que seguir adelante… No vale la pena vivir…”

Pero sabemos que el FRUTO del Espíritu es el Dominio de Sí mismo, por lo tanto sometamos los impulsos negativos bajo su acción poderosa y dejémonos conducir Por El.

Jesús fue al Desierto y allí fue tentado por el demonio durante 40 días. En los momentos más importantes de nuestra vida espiritual, será cuando el enemigo ataque con mayor intensidad, ya que son momentos de opciones importantes que traerán un mayor compromiso con Dios. En las Situaciones de “Desierto”, aparece con frecuencia el TEMOR y la INSEGURIDAD. Estos son momentos de “Purificación Espiritual”.

LA OPRESION:

Por un lado puede ser “manifestación exterior” del mal (por Ej. movimiento de objetos). Pero también puede tratarse de una fuerte tristeza o depresión e incluso Enfermedades de diagnóstico médico incierto. Ejemplo de este último caso lo encontramos en el Evangelio de San Lucas, Capítulo 13, versículo 10 en adelante: “Jesús enseñaba un Sábado en una sinagoga. Había allí una mujer que hacía 18 años que estaba tomada por un espíritu inmundo que la tenía enferma y le provocaba un Encorvamiento en su Espalda y de ninguna manera podía enderezarse. Al verla Jesús la llamó y le dijo “MUJER, QUEDAS LIBRE DE TU MAL” y le impuso las manos. Ella se enderezó y alabó a Dios.

LA OBSESION:

Se trata de pensamientos destructivos y obsesivos que perturban a la persona. Comúnmente asociado a ideas de suicidio, pánicos, auto condenación, lujuria, etc.
Suelen rechazar objetos sagrados, como así también los Sacramentos y los sacramentales (agua bendita, óleo, sal). En la obsesión No hay aún pérdida de la conciencia del YO y de la Voluntad.