PASTORAL DEL ALIVIO

REUNIONES:

1° y 2° Domingo de cada mes; Corazòn de Marìa (Zelarrayan al 700)

Miercoles 19:30 hs : Capilla del Hospital Español (Estomba al 500)

Peticiones: (0291) 156- 444 - 148.

martes, 21 de julio de 2009

EL PODER DEL ESPIRITU SANTO







“No es con ejército, ni con la fuerza,
sino con mi Espíritu,
ha dicho el Señor de los Ejércitos”

(Zacarías 4.6).


Dios tiene una naturaleza triuna. Esto significa que Su personalidad se revela en tres formas diferentes. Él es tres personas, y un solo Dios. El Espíritu Santo es parte de la naturaleza triuna de Dios que consiste del Padre, el Hijo Jesucristo, y el Espíritu Santo.
Jesús habló del Espíritu Santo como “Él”.


Jesús dijo:

Él hablará de mí. Juan 15:26 //


Yo os lo enviaré. Juan 16:7 //


Él me glorificará. Juan 16:14 //


Él no hablará de Él mismo. Juan 16:13

Cuando Jesús es bautizado, el Espíritu Santo desciende sobre Él,
y Dios habla:

“Y cuando Jesús fue bautizado, en seguida subió del agua, y los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma y venía sobre él. Y una voz de los cielos decía: "Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia” (Mateo 3:16-17).

Antes de volver al Cielo después de Su ministerio en la tierra,
Jesús habló del Espíritu Santo:

“Pero cuando venga el Consolador, el ESPIRITU de VERDAD que Yo les enviaré de parte del Padre, el cual procede del Padre, El dará testimonio de Mí” (Juan 15:26).

El Apóstol Pablo habló de la Trinidad de Dios en sus escritos:

“La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros” (2 Corintios 13:14).

El Apóstol Pedro también habló de la naturaleza triuna de Dios:

“Cuando sean injuriados en el Nombre de Cristo, son bienaventurados; porque el glorioso Espíritu de Dios reposa sobre ustedes” (1 Pedro 4:14).


La Biblia enseña que el Espíritu Santo es:

OMNIPRESENTE: Esto significa que Él está presente por todo lugar:

“A dónde me iré de tu Espíritu? A dónde huiré de tu presencia?”
(Salmos 139:7).

OMNISCIENTE: Esto significa que Él sabe todas las cosas:

“Pero a nosotros Dios nos las reveló por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun las cosas profundas de Dios. Pues ¿quién de los hombres conoce las cosas profundas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así también, nadie ha conocido las cosas profundas de Dios, sino el Espíritu de Dios” (1 Corintios 2:10-11).

OMNIPOTENTE: Esto significa que el Espíritu Santo es todo poderoso:

“Pero recibirán poder cuando el Espíritu Santo haya venido sobre ustedes, y me serán testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta lo último de la tierra” (Hechos 1:8).

ETERNO: Él no tuvo ningún principio y no tendrá ningún fin:

“¡Cuánto más la Sangre de Cristo, quien mediante el Espíritu eterno se ofreció a Sí mismo sin mancha a Dios, limpiará nuestras conciencias de las obras muertas para servir al Dios Vivo!” (Hebreos 9:14).

LA PERSONALIDAD DEL ESPÍRITU SANTO

El Espíritu Santo es parte de la naturaleza triuna de Dios, pero el Espíritu Santo también tiene una personalidad individual. La Biblia revela que el Espíritu Santo...

TIENE UNA MENTE:




“Y el que escudriña los corazones sabe cuál es el intento del Espíritu, porque El intercede por los santos conforme a la voluntad de Dios” (Romanos 8:27).

ESCUDRIÑA LA MENTE HUMANA:



“Pero a nosotros Dios nos las reveló por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun las cosas profundas de Dios” (1 Corintios 2:10).

TIENE UNA VOLUNTAD:
“Pero todas estas cosas las realiza el único y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como El designa” (1 Corintios 12:11).

La voluntad del Espíritu Santo guía a los creyentes para negarle el permiso a ciertas acciones:
“Atravesaron la región de Frigia y de Galacia, porque les fue prohibido por el Espíritu Santo hablar la Palabra en Asia. Cuando llegaron a la frontera de Misia, procuraban entrar en Bitinia, pero el Espíritu de Jesús no se los permitió” (Hechos 16:6-7).

La voluntad del Espíritu Santo también guía a los creyentes concediendo el permiso:
“En cuanto vio la visión, de inmediato procuramos salir para Macedonia, teniendo por seguro que Dios nos había llamado para anunciarles el evangelio” (Hechos 16:10).

HABLA:
Él habló a Felipe: “El Espíritu dijo a Felipe: Acércate y júntate a ese carro” (Hechos 8:29).

Él habló a Pedro: “Como Pedro seguía meditando en la visión, el Espíritu le dijo: "He aquí, tres hombres te buscan” (Hechos 10:19).

Él habló a los ancianos en la ciudad de Antioquia: “Mientras ellos oraban al Señor y ayunaban, el Espíritu Santo dijo: Apartenme a Bernabé y a Saulo para la obra a la que los he llamado” (Hechos 13.2).
Los capítulos 2 y 3 de Apocalipsis registran varios mensajes hablados por el Espíritu Santo a siete iglesias en Asia.

AMA:



“Pero les ruego, hermanos, por nuestro Señor Jesucristo y por el amor del Espíritu, que luchen conmigo en oración por mí delante de Dios” (Romanos 15:30).

INTERCEDE:



Uno de los rasgos de la personalidad del Espíritu Santo es que Él es un intercesor. Esto significa que Él ora a Dios en nombre de otros: “Y asimismo, también el Espíritu nos ayuda en nuestras debilidades; porque cómo debiéramos orar, no lo sabemos; pero el Espíritu mismo intercede con gemidos indecibles” (Romanos 8:26).

LA SENSIBILIDAD DEL ESPÍRITU SANTO

El Espíritu Santo tiene una naturaleza sensible. Esto significa que Él tiene sentimientos que pueden afectarse por las acciones del hombre. Debido a la naturaleza sensible del Espíritu Santo, la Biblia advierte que usted no debe:

MENTIR AL ESPÍRITU SANTO:
“Y Pedro dijo: --Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para mentir al Espíritu Santo y sustraer del precio del campo? Reteniéndolo, ¿acaso no seguía siendo tuyo? Y una vez vendido, ¿no estaba bajo tu autoridad? ¿Por qué propusiste en tu corazón hacer esto? No has mentido a los hombres, sino a Dios” (Hechos 5:3-4).

RESISTIR AL ESPÍRITU:
Resistir al Espíritu Santo es no rendirse a Él cuando Él intenta manifestarse

en tu vida:
“¡Duros de cerviz e incircuncisos de corazón y de oídos! ustedes resisten siempre al Espíritu Santo. Como sus padres, así también ustedes” (Hechos 7:51).

APAGAR EL ESPÍRITU:


Apagamos el Espíritu Santo cuando nos negamos a hacer lo que el Espíritu Santo nos manda hacer. La palabra “apagar” se usa en otra parte en la Biblia en referencia a apagar un fuego. Cuando apagamos el Espíritu Santo El detiene el flujo de Su poder dentro de nosotros. Es como tirar agua sobre un fuego.



La Biblia advierte:

No apaguen el Espíritu” (1 Tesalonicenses 5:19).

ENTRISTECER AL ESPÍRITU:


Apagar el Espíritu Santo es no hacer lo que el Espíritu Santo nos manda hacer. Entristecer el Espíritu Santo es hacer algo que el Espíritu Santo no quiere que nosotros hagamos.
Cuántas veces lo contristaron en el desierto; lo entristecieron en la sequedad!” (Salmos 78:40).

La Biblia advierte: “Y no entristezcan al Espíritu Santo de Dios en quien fueron sellados para el día de la redención” (Efesios 4:30).

INSULTAR AL ESPÍRITU:

Insultamos al Espíritu Santo volviendo al pecado después de que hemos experimentado el perdón a través de la Sangre de Jesucristo:
“Cuánto mayor castigo piensan que merecerá el que ha pisoteado al Hijo de Dios, que ha considerado de poca importancia la Sangre del Pacto por la cual fue santificado y que ha ultrajado al Espíritu de gracia?” (Hebreos 10:29).

BLASFEMAR EL ESPÍRITU:

“Por esto les digo que todo pecado y blasfemia será perdonado a los hombres, pero la blasfemia contra el Espíritu no será perdonada. Y a cualquiera que diga palabra contra el Hijo del Hombre le será perdonado; pero a cualquiera que hable contra el Espíritu Santo no le será perdonado, ni en este mundo, ni en el venidero” (Mateo 12:31-32).

El pecado de blasfemia contra el Espíritu Santo se ha llamado “el pecado imperdonable” porque según este pasaje este es un pecado para el cual no hay perdón. Blasfemar significa hablar palabras abusivas que rechazan el poder del Espíritu Santo y lo reivindica a Satanás. Si una persona rechaza totalmente el poder del Espíritu Santo entonces no podrá salvarse porque es el Espíritu Santo que atrae a los hombres pecadores a Jesucristo.

El Espíritu Santo produce muchas señales visibles para confirmar el poder de Dios.

MOLESTAR AL ESPÍRITU SANTO:


Molestar el Espíritu Santo significa irritar, disgustar, provocar, o enfadar. El Espíritu Santo es molestado por la desobediencia e incredulidad de la humanidad. El Profeta Isaías registra lo que sucedió al pueblo de Dios, Israel, cuando ellos molestaron el Espíritu Santo:
Pero ellos se rebelaron y molestaron a su Espíritu Santo. Por eso se volvió su enemigo, y él mismo combatió contra ellos” (Isaías 63:10 ).


EMBLEMAS DEL ESPIRITU SANTO

FUEGO: El fuego es un emblema del Espíritu Santo. El fuego significa:

La Presencia Del Señor:
Entonces se le apareció el ángel de Dios en una llama de fuego en medio de una zarza. El observó y vio que la zarza ardía en el fuego, pero la zarza no se consumía” (Éxodo 3:2).

La Aprobación Del Señor:
Entonces salió fuego de la presencia de Dios y consumió el holocausto y los sebos sobre el altar. Al ver esto, todo el pueblo gritó de gozo, y se postraron sobre sus rostros” (Levítico 9:24).

Protección Y Guía:
“Dios iba delante de ellos, de día en una columna de nube para guiarlos por el camino, y de noche en una columna de fuego para alumbrarles, a fin de que pudieran caminar tanto de día como de noche”
(Éxodo 13:21).

Purificación:
Isaías 6:1-8 cuenta del Profeta Isaías siendo purificado por el fuego del Espíritu Santo.

El Don Del Espíritu Santo:
Cuando el Espíritu Santo fue dado primero, se usó el Fuego como un símbolo de Su presencia:
“Entonces aparecieron, repartidas entre ellos, lenguas como de fuego, y se asentaron sobre cada uno de ellos” (Hechos 2:3).

Juicio: “Porque nuestro Dios es fuego consumidor” (Hebreos 12:29).

VIENTO:

Representa el PODER del Espíritu Santo:
El viento sopla donde quiere, y oyes su sonido; pero no sabes ni de dónde viene ni a dónde va. Así es todo aquel que ha nacido del Espíritu” (Juan 3:8).

“Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en un mismo lugar.
Y de repente vino un estruendo del cielo, como si soplara un viento violento,
y llenó toda la casa donde estaban sentados”
(Hechos 2:1-2).

El Viento Produce Vida:

Él esparce las semillas mientras él sopla y esto trae nuevo crecimiento.

El Espíritu Santo produce la vida a través de las semillas de la Palabra de Dios mientras ellas se esparcen en los corazones y mentes de los hombres.

Esta vida no sólo es vida eterna de salvación, pero vida espiritual madura
a través del fruto espiritual que resulta de la semilla de la Palabra.


EL ESPIRITU SANTO Y JESÚS

El ministerio del Espíritu Santo fue evidente en la vida de Jesús:

FUE CONCEBIDO POR EL ESPÍRITU:

“Respondió el ángel y le dijo: --El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra, por lo cual también el santo Ser que nacerá será llamado Hijo de Dios” (Lucas 1:35).

“El nacimiento de Jesucristo fue así: María estaba desposada con José; y antes de que se unieran, se halló que ella había concebido del Espíritu Santo. Mientras él pensaba en esto, he aquí un ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: "José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que ha sido engendrado en ella es del Espíritu Santo” (Mateo 1:18,20).

FUE UNGIDO POR EL ESPÍRITU:

“Y cuando Jesús fue bautizado, en seguida subió del agua, y los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma y venía
sobre El” (Mateo 3:16).

El Espíritu del Señor está sobre Mí, porque me ha ungido para
anunciar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado para
proclamar libertad a los cautivos y vista a los ciegos, para poner
en libertad a los oprimidos” (Lucas 4:18).

“Me refiero a Jesús de Nazaret, y a cómo Dios le ungió con el Espíritu Santo y con poder. El anduvo haciendo el bien y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él” (Hechos 10:38).

“Amaste la justicia y aborreciste la iniquidad; por lo cual te ungió Dios, el Dios tuyo, con aceite de alegría, más que a tus compañeros” (Hebreos 1:9).

FUE SELLADO POR EL ESPÍRITU:

“Trabajen, no por la comida que perece, sino por la comida que permanece para Vida Eterna, que el Hijo del Hombre les dará; porque en éste, Dios el Padre ha puesto su sello” (Juan 6:27).

FUE LLEVADO POR EL ESPÍRITU:

“Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el diablo” (Mateo 4:1).

FUE AUTORIZADO POR EL ESPÍRITU:

“Pero si por el Espíritu de Dios Yo echo fuera los demonios, ciertamente ha llegado a vosotros el REINO DE DIOS” (Mateo 12:28).

FUE LLENO DEL ESPÍRITU:

Entonces Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán y fue llevado por el Espíritu al desierto” (Lucas 4:1).

“Porque el que Dios envió habla las Palabras de Dios, pues Dios no da el Espíritu por medida” (Juan 3:34).

SE CONMOVIÓ EN EL ESPÍRITU:

“Entonces Jesús, al verla llorando y al ver a los judíos que habían venido junto con ella también llorando, se conmovió en espíritu y se turbó” (Juan 11.33).

SE REGOCIJÓ EN EL ESPÍRITU:

“En aquella misma hora Jesús se regocijó en el Espíritu Santo y dijo: Yo te alabo, oh Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas de los sabios y entendidos y las has revelado a los pequeños. Sí, Padre, porque así te agradó” (Lucas 10:21).

FUE OFRECIDO A TRAVÉS DEL ESPÍRITU:

¡Cuánto más la sangre de Cristo, quien mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará nuestras conciencias de las obras muertas para servir al Dios vivo!” (Hebreos 9:14).

FUE VIVIFICADO POR EL ESPÍRITU:

“Porque Cristo también padeció una vez para siempre por los pecados, el Justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en el Espíritu” (1 Pedro 3:18).

“Y quien fue declarado Hijo de Dios con poder según el Espíritu de santidad por su resurrección de entre los muertos,, Jesucristo nuestro Señor” (Romanos 1:4).

ORDENÓ A SUS DISCÍPULOS A TRAVÉS DEL ESPÍRITU:

“Hasta el día en que fue recibido arriba, después de haber dado mandamientos por el Espíritu Santo a los apóstoles que había escogido” (Hechos 1:2).

SELECCIONA SUS MINISTROS:

“Tengan cuidado por ustedes mismos y por todo el rebaño sobre el cual el Espíritu Santo les ha puesto como obispos, para pastorear la iglesia del Señor, la cual adquirió para sí mediante su propia sangre” (Hechos 20:28).

UNGE A SUS PREDICADORES:

Ni mi mensaje ni mi predicación fueron con palabras persuasivas de sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de su Poder” (1 Corintios 2:4).

DIRIGE SUS DECISIONES:


Porque ha parecido bien al Espíritu Santo y a nosotros no imponerles ninguna carga más que estas cosas necesarias” (Hechos 15:28).

BAUTIZA CON EL PODER:

“Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en un mismo lugar. Y de repente vino un estruendo del cielo, como si soplara un viento violento, y llenó toda la casa donde estaban sentados. Entonces aparecieron, repartidas entre ellos, lenguas como de fuego, y se asentaron sobre cada uno de ellos. Todos fueron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en distintas lenguas, como el Espíritu les daba que hablasen” (Hechos 2:1-4).

“Respondió Jesús y le dijo: “ a menos que uno nazca de nuevo no puede ver el reino de Dios. Nicodemo le dijo: --Cómo puede nacer un hombre si ya es viejo? Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre y nacer? Respondió Jesús: “ a menos que uno nazca de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. Lo que ha nacido de la carne, carne es; y lo que ha nacido del Espíritu, espíritu es. (Juan 3:3-7).

SANTIFICA:

El Espíritu Santo toma esta vida que se ha cambiado por la salvación;

“Pero nosotros debemos dar gracias a Dios siempre por ustedes, hermanos amados del Señor, de que Dios les haya escogido desde el principio para salvación, por la santificación del Espíritu y fe en la verdad” (2 Tesalonicenses 2:13).

BAUTIZA:

“Todos fueron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en distintas lenguas, como el Espíritu les daba que hablasen” (Hechos 2:4).

MORA DENTRO:

“¿No saben que son templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en ustedes?”
(1 Corintios 3:16).

De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas” (2 Corintios 5:17).

“Andad en el Espíritu, y así jamás satisfaréis los malos deseos de la carne. Porque la carne desea lo que es contrario al Espíritu, y el Espíritu lo que es contrario a la carne. Ambos se oponen mutuamente, para que no hagan lo que quieran” (Gálatas 5:16-18).

FORTALECE:

“A fin de que, conforme a las riquezas de su gloria, les conceda ser fortalecidos con poder por su Espíritu en el hombre interior”(Efesios 3.16)

UNE:
El Espíritu Santo hace un creyente uno en el Espíritu con Dios y con otros creyentes. Esto se llama la “unidad del Espíritu”:

Pero el que se une con el Señor, un solo espíritu es
(1 Corintios 6:17).

“Porque de la manera que el cuerpo es uno solo y tiene muchos miembros, y que todos los miembros del cuerpo, aunque son muchos, son un solo cuerpo, así también es Cristo. Porque por un solo Espíritu fuimos bautizados todos en un solo cuerpo, tanto judíos como griegos, tanto esclavos como libres; y a todos se nos dio a beber de un solo Espíritu” (1 Corintios 12:12-13).

INTERCEDE:

“Y asimismo, también el Espíritu nos ayuda en nuestras debilidades; porque cómo debiéramos orar, no lo sabemos; pero el Espíritu mismo intercede con gemidos indecibles” (Romanos 8:26).

“Pero vosotros, oh amados, edificándoos sobre vuestra santísima fe y orando en el Espíritu Santo” (Judas 20).

“Orando en todo tiempo en el Espíritu con toda oración y ruego, vigilando con toda perseverancia y ruego por todos los santos” Efesios 6:18).

GUÍA:

“Y cuando venga el Espíritu de verdad, él los guiará a toda la verdad; pues no hablará por sí solo, sino que hablará todo lo que oiga y los hará saber las cosas que han de venir” (Juan 16:13).

“Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios” (Romanos 8:14).

DEMUESTRA EL AMOR:

“Y la esperanza no acarrea vergüenza, porque el Amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos ha sido dado” (Romanos 5:5).
CONFORMA A LA IMAGEN DE CRISTO:

“Por tanto, todos nosotros, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor” (2 Corintios 3:18).

REVELA LA VERDAD:

“Pero a nosotros Dios nos las reveló por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun las cosas profundas de Dios”
(1 Corintios 2:10).

ENSEÑA:

“Y en cuanto a ustedes, la Unción que han recibido de El permanece en ustedes, y no tengan necesidad de que alguien les enseñe. Pero, como la misma unción les enseña acerca de todas las cosas, y es verdadera y no falsa, así como les enseñó, permanezcan en El” (1 Juan 2:27).

ASEGURA LA SALVACIÓN:

“El Espíritu mismo da testimonio juntamente con nuestro espíritu de que somos hijos de Dios” (Romanos 8:16).

“Y el que guarda sus mandamientos permanece en Dios, y Dios en él. Y por esto sabemos que el permanece en nosotros: por el Espíritu que nos ha dado” (1 Juan 3:24).

DA LIBERTAD:

“Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte” (Romanos 8:2).

“Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad” (2 Corintios 3:17).

CONSUELA:

“Entonces por toda Judea, Galilea y Samaria la iglesia tenía paz. Iba edificándose y vivía en el temor del Señor, y con el consuelo del Espíritu Santo se multiplicaba” (Hechos 9:31).

“Este es el Espíritu de Verdad, a quien el mundo no puede recibir, porque no lo ve ni lo conoce. Ustedes lo conocen, porque permanece con ustedes y está en ustedes.
Pero el Consolador, el Espíritu Santo, que el Padre enviará en Mi nombre, El les enseñará todas las cosas y les hará recordar todo lo que Yo les he dicho” (Juan 14:17,26).

VIVIFICA:

“El mismo Espíritu Santo que levantó a Cristo de los muertos mora en Ti. “Y si el Espíritu de aquel que resucitó a Jesús de entre los muertos mora en ustedes, el que resucitó a Cristo de entre los muertos también dará vida a sus cuerpos mortales mediante su Espíritu que mora en nosotros” (Romanos 8:11).

HABLA:

“Cuando los lleven para entregarlos, no se preocupen por lo que vayan a decir. Más bien, hablen lo que les sea dado en aquel momento; porque no serán ustedes los que hablarán, sino el Espíritu Santo” Marcos 13:11

DEMUESTRA EL PODER DE DIOS:

“Ni mi mensaje ni mi predicación fueron con palabras persuasivas de sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de su Poder, para que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios”
(1 Corintios 2:4-5).

LA IMPORTANCIA DE LA EXPERIENCIA:

El bautismo en el Espíritu Santo es importante porque nos permite que nos volvamos un testigo poderoso del mensaje del Evangelio:

Pero recibirán poder cuando el Espíritu Santo haya venido sobre ustedes, y me serán testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta lo último de la tierra” (Hechos 1:8).

INSPIRA LA ADORACIÓN:
“Dios es espíritu; y es necesario que los que le adoran, le adoren en espíritu y en verdad” (Juan 4:24).

CAPACITA PARA DAR TESTIMONIO:

El poder para dar testimonio es la verdadera evidencia que uno se ha bautizado en el Espíritu Santo. “Pero recibirán Poder cuando el Espíritu Santo haya venido sobre ustedes, y me serán testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta lo último de la tierra” (Hechos 1:8).

LOS CONVERTIDOS EN EFESO y SAMARIA:

Hechos 19:1-6 describe cómo Pablo fue a la ciudad de Efeso y la primera pregunta que Pablo hizo fue, “Recibieron el Espíritu Santo cuando creyeron… ?”

Y cuando Pablo les impuso las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo, y ellos hablaban en lenguas y profetizaban”

“Los apóstoles que estaban en Jerusalén, al oír que Samaria había recibido la Palabra de Dios, les enviaron a Pedro y a Juan, los cuales descendieron y oraron por los samaritanos para que recibieran el Espíritu Santo. Porque aún no había descendido sobre ninguno de ellos el Espíritu Santo; solamente habían sido bautizados en el nombre de Jesús. Entonces les impusieron las manos, y recibieron el Espíritu Santo” (Hechos 8:14-17).

El Espíritu Santo estaba CON los líderes espirituales de los tiempos del Antiguo Testamento. Pero Él NO estaba todavía EN ellos. Ésta es la diferencia entre los ministerios del Espíritu Santo en el Antiguo y en el Nuevo Testamento.


viernes, 10 de julio de 2009

SOBRE LOS DONES Y CARISMAS







Dijo Pablo a Timoteo:
te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti. (2 Tim 1:6)

EN EL ALMA ESTAN LAS VIRTUDES Y EN EL ESPIRITU LOS CARISMAS”


El apóstol Pablo nos dice que los carismas tienen su función dentro de la Iglesia y fuera de la Iglesia, en la jerarquía y en nosotros. Ya en 1943, el Papa Pío XII dijo que: “Los Carismas son parte de la Iglesia”, y la Iglesia somos cada uno de nosotros. Todos tenemos distintos carismas (cualidades) y el Señor quiere que los pongamos al servicio de El.
Juan XXIII pidió la fuerza renovadora del Espíritu Santo en la Iglesia y a través de esa gracia que el pidió hemos recibido la gracia de Dios en nosotros. Los Carismas existen porque señalan la presencia de Jesús en el Espíritu Santo. Los carismas nos llevan a un crecimiento en el Señor, cuanto más usamos el carisma que Dios nos regaló, más cerca llegamos de la presencia de Dios.

Los DONES son disposiciones que tiene el hombre en el corazón para el SERVICIO del Señor. Los dones son “Permanentes” en una persona mientras que los CARISMAS son “Transitorios”. El Espíritu Santo es el Dador de todos los Dones. Los dones no deben usarse para exhibición ni para servicio nuestro, sino para el SERVICIO de la COMUNIDAD y de la IGLESIA. Para que cuando nosotros hablemos, el que escuche se convierta y cuando Oremos el que reciba la oración se SANE. Mientras MAS usemos esos dones MAS nos santificamos para Gloria de Dios. El primer efecto que produce el Don es el Don del AMOR. Cuando recibimos un regalo de Dios (un DON) es porque El sabe de nuestra capacidad y entrega, y mientras más lo usemos más crecemos y más Dios nos bendice. El “Don de la Palabra” por ej, es el Don por excelencia, porque ayuda a la conversión de nuestros hermanos.

DON DE SABIDURÍA – DISCERNIMIENTO - ENTENDIMIENTO - CIENCIA- CONSEJO CONOCIMIENTO - PIEDAD - FORTALEZA - SANACION – LIBERACION - LENGUAS - INTERPRETACION DE LENGUAS - PROFECIA – SERVICIO- ENSEÑANZA- PREDICA-

Los CARISMAS son dones de SERVICIO, es decir, son GRACIAS concedidas no tanto para crecimiento personal sino para nuestro SERVICIO al PROJIMO y en orden al Bien del Cuerpo de Cristo (la Iglesia). En ellos crecemos en la CARIDAD, en el AMOR y vamos descubriendo la Imagen de Dios. Los Carismas son para personas sencillas de una gran moral y de principios cristianos. El Espíritu Santo nos regala los dones y carismas para la santificación y crecimiento de la comunidad. Esto es lo que necesita la comunidad y la iglesia, hombres y mujeres que sepan darse. Los carismas No son para los santos, ellos te llevan a la santidad a medida que los vas ejerciendo, es decir que vamos alcanzando distintos “grados” de santidad. Como Pablo vamos dejando que Cristo VIVA EN nosotros. Tenemos que dejar que el Espíritu Santo se mueva en nuestros corazones para descubrir las Gracias que Dios nos regala para transformar el mundo. Oración y Sacramentos nos llevan al buen uso de los Carismas, que son regalos de Dios.

Los carismas se refieren a las cosas más sencillas (carisma de alabanza, de canto, de adoración, de la unidad, o de quienes limpian la Iglesia, los que tienen la gracia de la lectura, los que oran por los enfermos, los que enseñan la Palabra de Dios, los que escuchan al afligido, o el que reza bien el rosario). NADIE puede decir que NO tiene un Carisma, y por eso debemos dar gracias a Dios. El Señor regala el Carisma en un “momento” determinado para señalar que El, está presente. Los Carismas permanecerán en nosotros SI nosotros los EJERCEMOS.

Todo predicador cuando va a una misión tiene que llevar los “SIGNOS y SEÑALES” del EVANGELIO. No se puede ir solo por cumplir, se debe SENTIR la “FUERZA” del ESPIRITU SANTO. Hay que estar Preparado para las situaciones en que nos pone el Señor, sin embargo,
NO hay que tener un “esquema”, sino que tenemos que dejarnos llevar por el Espíritu Santo.
El viene en nuestro Auxilio en los momentos en que lo necesitemos.

El Carisma se puede medir por el grado de SERVICIO y de AMOR
que brinda cada uno.
Si tu No tienes Amor, No tendrás Servicio (…estoy cansado, tengo un compromiso, no tengo tiempo…)tenemos tiempo para las cosas del mundo y No para las cosas Divinas. No debemos ser mezquinos. Mientras más Amor hay por Cristo, más Amor tendremos por la humanidad.

El CARISMA es DIVINO y es HUMANO. Tenemos que unir esas dos fuerzas, buscamos unir nuestra humanidad y lo Divino que viene en nuestro auxilio. Todo carisma está sometido al discernimiento de la iglesia, de la comunidad y del grupo de oración. Tenemos que pedir la SABIDURIA de Dios para saber qué carisma hay en nosotros.

Hay gente que no se somete a la doctrina de la iglesia y no hay allí un SANO discernimiento, debe haber una orientación y vigilancia de la iglesia. Debemos someternos a la disciplina de la iglesia.
El Carisma nunca está maduro, sino que van madurando en el caminar de nuestra vida, así veremos los FRUTOS del ESPIRITU SANTO: GOZO – PAZ – AMOR.

El carisma ejercido SIN AMOR muere.

El PUEBLO de Dios va viendo los SIGNOS que nos van acompañando
(porque por los FRUTOS se conoce el Arbol…”).

Características de los Carismas:

1.- Los Carismas NO SE EJERCEN PARA PROVECHO PERSONAL sino de la Iglesia. El carisma debe proceder por la abundancia de amor que hay en nosotros.

2.- Es la COMUNIDAD quien discierne qué CARISMAS hay en nosotros.

3.- Bajo la luz del Espíritu Santo vamos viendo si el carisma es Auténtico.

4.- El carisma se usa y se pide de acuerdo a la Necesidad de la Iglesia.

5.- El carisma se suscita por el Deseo de pedirlo. A través de la oración humilde y la apertura al Espíritu Santo.
6.- Crecen en nosotros evitando el mal uso de los dones y carismas (respetando el orden y los tiempos). Ej: si uno predica los demás hacen silencio.

7.- Un auténtico carisma nos conduce a la Salvación, porque mientras más se usa más te va salvando.

8.- Los CARISMAS Auténticos generan mucha DEMANDA, y esto lleva a un morir en nosotros para que crezca CRISTO, Morimos a nuestros Gustos, Deseos y a nuestras Pasiones.

(Oración: “Señor, que yo vaya donde te de mayor Gloria”).


Porque Dios no es Dios de desorden, sino de PAZ.
Hágase todo decentemente y con orden

(1 Corintios 14:33,40).
LOS CARISMAS
Pastoral del Alivio
Por el Padre Emiliano Tardiff
Los carismas son dones Ministeriales que dan una fuerza muy especial a la evangelización, también son dones espirituales especiales que el Señor los da para edificar la comunidad y para construir la Iglesia. Algunos confunden la palabra carisma con otras cosas que no son carismas sino dones naturales, por ejemplo hemos oído hablar del carisma de un político, carisma de un músico … esos no son dones espirituales, son dones naturales que se desarrollan, pero un carisma estrictamente hablando es un don espiritual, si el Espíritu Santo está en nosotros, desde el día de nuestro Bautismo porque somos Templos vivos del Espíritu Santo, está en nosotros con todos sus dones y todos sus carismas.

Los siete Dones del Espíritu Santo son realmente la raíz de todos los carismas. Hablamos de siete Dones, pero podríamos hablar de infinidad de dones, porque el número siete en la Biblia significa plenitud, y el día de nuestro Bautismo hemos recibido, como leemos en Isaías 11, 1-2, los siete Dones del Espíritu Santo, el Don de Sabiduría, de Conocimiento, de Inteligencia, el don de Consejo, de fortaleza, el don de Piedad y el de Temor de Dios.Estos son los siete dones que tiene todo bautizado y un carisma es una “Manifestación Exterior” del Espíritu Santo, dice San Pablo en la Epístola a los Romanos: "Un Carisma es una Manifestación Exterior del Espíritu Santo", así cualquiera de los carismas que se manifiestan en la comunidad cristiana se enraízan en uno u otro de los siete dones del Espíritu Santo.

y para que son los carismas?,
San Pablo nos dice en las Epístola a los Efesios.4, (11-13), que Dios dio a unos el ser Apóstoles, a otros Profetas, a otros Evangelizadores, a otros Pastores y Maestros para el recto ordenamiento de los santos en orden a las funciones del Ministerio, para edificación del cuerpo de Cristo; es decir, para edificar el cuerpo Místico de Cristo que es la Iglesia, para construir la comunidad, hasta que lleguemos todos a la unidad de la fe y del conocimiento pleno del Hijo de Dios, al estado de hombre perfecto, a la madurez de la plenitud de Cristo.El Espíritu Santo se manifiesta a través de nosotros, de muchas maneras y su manifestación puede ser a través de un carisma de Profecía, puede ser a través de un carisma de sanación, de milagros, carisma de lenguas, de manera que los carismas son algo muy normal en la vida de la Iglesia;

En los últimos siglos se manifestaban menos porque había tantas estructuras en la Iglesia que quién por ejemplo, durante una celebración Eucarística en tiempo de Pío XII, se hubiera atrevido a cantar en lenguas en la Iglesia?, eso estaba contra la liturgia, todo estaba ordenado todo estaba estructurado, no había espacio, no había libertad para que se manifestara el espíritu, y en este sentido la gran bendición para la Iglesia ha sido el Concilio Vaticano II, en el que se abrió la puerta para que se manifestara el Espíritu a través de sus carismas, siempre hubo carismas en la Iglesia, desde el día de Pentecostés pero cuando todo está muy estructurado no hay libertad para la manifestación del Espíritu.El Espíritu Santo se manifiesta si tiene libertad de manifestarse y si no queremos, El no nos obliga, nunca, no nos va a quitar la libertad".

Otro carisma es el de servicio, son muchos los carismas y sería bueno antes de ir más lejos, ver un poco los carismas que menciona San Pablo, para que veamos que son cosas ordinarias en la vida de la Iglesia, y vamos a poner nuestras vidas en manos del Espíritu Santo y nos vamos a abrir a Él y podrá manifestarse a través de nosotros. Si yo pretendo “comprender” antes de actuar, debemos saber que ningún carisma es racional, los carismas son manifestaciones del Espíritu,
No los puedo analizar, en todo caso los podemos juzgar por el fruto, dice San Pablo:
"no apaguen el Espíritu, júzguenlo todo y quédense con lo bueno".

Dice San Pablo que los dones o carismas que el Espíritu Santo nos da para el alivio de los fieles aparecen el don de Asistencia, el carisma de sanación, el carisma de milagro y la Fe Carismática: la fe que No duda.
Yo he notado por ejemplo que el carisma de Sanación que me dio el Señor lo veo especialmente en la Evangelización, y si yo dejo de evangelizar y predicar estoy seguro habría muy pocas manifestaciones del Carisma de sanación, porque este acompaña la evangelización.

Jesús acepta nuestro sufrimiento cuando se lo ofrecemos y le da un valor de redención, pero también El quiere manifestar su victoria.
Cada vez que Jesús sana a un enfermo nos recuerda que El ha vencido el pecado y las consecuencias del pecado, y la enfermedad entró en el mundo por causa del pecado, y la muerte entró en el mundo por causa del pecado, son consecuencias no del pecado personal, sino del pecado original.

….un niño de tres meses no ha hecho ningún pecado y si enferma es porque pertenece al género humano y hereda las consecuencias del pecado original de Adán y Eva, y cuando Jesús sana a un enfermo nos vuelve a recordar que El ha vencido al pecado y cuando resucita a un muerto nos vuelve a recordar su victoria sobre el pecado original, y su propia resurrección fue la gran señal de su victoria sobre el pecado, El resucitó victorioso del sepulcro para no volver a morir y nos da la seguridad de que nosotros también resucitaremos.

Todos los carismas acompañan a la evangelización, son dones maravillosos para fortalecer la evangelización.
La palabra de Sabiduría, la palabra de Conocimiento, la Fe Carismática y la Profecía nos hacen hablar como Jesús, nos da la capacidad de hablar como Él, porque es el Espíritu de Jesús el que actúa en nosotros, el discernimiento de Espíritu y el carisma de Interpretación nos hacen pensar como Jesús, el carisma de Sanación el carisma de Milagros nos hacen obrar como Jesús.


El don de Lenguas es un don de Oración en el Espíritu que nos hace orar como Jesús, es una fuerza de oración mas grande, y dice San Pablo en la Epístola a los Romanos capítulo 8 versículo 26:

"Nosotros no sabemos como orar para orar como conviene, mas el Espíritu Santo viene en ayuda de nuestra debilidad, y viene a orar en nosotros con gemidos inefables"

Orando en Lenguas nuestra inteligencia no trabaja, sino que es el Espíritu el que ora en nosotros, y la inteligencia está libre para no dejarse distraer por ideas distintas y para comenzar a contemplar el amor de Dios a través de la oración.El don en Lenguas es un don de Oración en el Espíritu, es mucho más poderoso que nuestra oración.La preocupación de lo que va a decir la gente apaga mucho el Espíritu, es el respeto humano, es la vanidad, no querer ser burlado, hay que aceptar la crítica de la gente y a veces para entrar en la vida del Espíritu de verdad hay que decidir que nuestra reputación no tiene importancia, lo importante es el reino de Dios.

Hay que morir a nuestro “yo”, a nuestra preocupación por nuestra fama.
Hay que morir a nuestras vanidades, hay que aceptar ser criticado, para ser instrumentos con poder para la construcción del reino de Dios, si yo me preocupo mucho de mi reputación nunca voy aceptar los carismas porque no es racional, el ejercicio de los carismas no es racional, no digo que sea irracional pero si más alto que mi razón, no es la capacidad humana la que actúa, es el poder del Espíritu Santo, es más alto que mi razón.

Ningún carisma es signo de santidad, es un don gratuito para servir,
lo que nos santifica es el Servicio.

No siempre aparece de una vez el signo, por eso hay que decidir que nuestra reputación no es importante, lo importante es la gloria de Dios, y la Gloria de Dios se manifestará tal vez dentro de dos semanas, porque

la sanación no siempre es instantánea, a veces es progresiva,

sábado, 4 de julio de 2009

SOBRE "LA INDECISIÓN"




San Lucas cuenta un episodio que dejó una profunda huella en su vida de evangelizador: Pablo había llegado a Tróada, para despedirse de la comunidad. Pero durante la celebración de la Cena del Señor, la charla se alargó hasta media noche y, un joven sentado junto a la ventana, se quedó dormido y cayó al vacío, muriendo inmediatamente. Aunque el accidente no deja de ser impresionante, lo más importante es su significado y la aplicación a la tarea evangelizadora.

Todo el relato está marcado por los contrastes que se oponen: la oscuridad de la noche se extendía afuera, mientras que la sala de reunión estaba iluminada por muchas lámparas (que representan la Luz de Cristo).

Adentro se encontraba la comunidad, escuchando la Palabra de Dios, mientras que afuera reinaba el silencio de la noche.

Eutico, era un joven, tan atrevido, como imprudente, que en vez de sentarse como todo mundo, lo hizo en el filo de la ventana que miraba tres pisos abajo.

Por lo tanto, no estaba ni adentro ni afuera. La mitad de su cuerpo era iluminado por las abundantes lámparas de la sala, pero la otra mitad permanecía en la oscuridad. Con un oído escuchaba la Palabra que se predicaba y con el otro prestaba atención a lo que pasaba afuera. Con un ojo miraba dentro y con otro miraba hacia fuera. Era parte de la comunidad, pero al mismo tiempo no pertenecía totalmente a ella, pues la mitad de atención e interés estaban fuera. Su corazón estaba dividido.

A medida que pasaban las horas, en vez de que Pablo terminara de contar las maravillas de Dios, alargaba su discurso. Eutico, que se interesaba sólo parcialmente en la reunión, comenzó a cabecear y dormitar, pues "un profundo sueño lo iba dominando". Estaba perdiendo la primera batalla: ya no tenía conciencia de lo que pasaba a su alrededor. Cada vez escuchaba menos la Palabra, por la simple razón de que no estaba ni adentro ni afuera.

El grave problema de Eutico era la indecisión.

Quería dos cosas a la vez, sin decidirse por ninguna de ellas.Por fin, Eutico se quedó dormido en el filo de la ventana, y perdió el equilibrio, desplomándose hasta el suelo. Curiosamente, en vez de caer hacia la sala, donde se celebraba la Cena del Señor, se fue al vacío, tres pisos abajo. Tal vez porque todo el que se duerme, se inclina más hacia afuera que hacia la comunidad.

Obviamente, Pablo interrumpió la predicación, al mismo tiempo que todos los que dormitaban, se despertaron con sobresalto. Cuando Eutico dejó de escuchar la Palabra, se quedó dormido.

Todo aquel que cierra sus oídos a la Palabra, se duerme.

Si toda la mente, todo el corazón y todas las fuerzas no están escuchando y acogiendo la Palabra, se duerme irremediablemente, porque tarde o temprano las preocupaciones de la vida, la concupiscencia de la carne y el afán de las riquezas asfixian la semilla de la Palabra.

Tal vez Eutico no era el único que dormitaba esa noche, pero su problema se agudizaba por el lugar que había escogido para sentarse: un poco adentro y un poco afuera. Ni pertenecía a la comunidad ni se decidía abandonarla. Su mente y su corazón estaban divididos, procurando dos cosas al mismo tiempo. Quien vive de esta manera, es como quien se sienta en la ventana; es decir, arriesga su vida inútilmente. Quien no escucha con todo su corazón, con toda su mente y con todas sus fuerzas la Palabra de Dios, se duerme, porque no permite que la semilla de la Palabra, penetre en lo más profundo de su conciencia.El drama de nuestro tiempo radica en que a la gente le gusta sentarse en la ventana. De manera especial, parece ser un síndrome juvenil. Muchos jóvenes se duermen con una droga o con el alcohol, se duermen por la filosofía de New Age, o son adormecidos por el sensualismo que insensibiliza. El olor del incienso también provoca sueño, mientras que la codicia hace cerrar los ojos ante las necesidades de los demás.El problema más importante que debe atacar un evangelizador, es la gente que le gusta sentarse en la ventana: quienes desean seguir a Cristo, pero que no están dispuestos a renunciar completamente al pecado; aquellos que procuran servir al Señor, pero que al mismo tiempo pretenden servirse de él; los que condicionan su entrega o siguen coqueteando con los criterios del mundo y de la carne; en fin, todos aquellos que sirven a dos señores... San Pedro describe la salvación como el paso de las tinieblas a la luz (1Pe 2,9), y Jesús exige tener el cuerpo enteramente luminoso, sin sombra de tiniebla (Lc 11,35).

LA CONVERSION HA DE SER RADICAL O NO ES CONVERSION:

o se entra plenamente a la luz, o es mejor quedarse afuera; o frío o caliente, porque los tibios son vomitados de la boca del Señor. El tesoro escondido sólo se adquiere cuando se vende todo con alegría, para comprar el campo. Los evangelizadores también somos retados por la Palabra de Dios: no nos sentemos en la ventana para predicar la Palabra de Dios. Esto significa que si le hemos entregado nuestra vida al Señor, no consintamos darla a medias.

Hay algún aspecto de la vida que no hemos rendido bajo el Señorío de Jesús? No se puede poner la mano en el arado y volver la vista atrás. La entrega es total y para siempre.

De otra forma, la misma Palabra que proclamamos nos va a juzgar muy severamente. Cuenta la Palabra, que Pablo resucitó a Eutico. El apóstol, acompañado por el joven recién vuelto a la vida, regresó a la sala, para continuar narrando los prodigios de sus viajes apostólicos. Ya no se nos precisa dónde se sentó Eutico, pero de una cosa estamos ciertos: no procuró la peligrosa ventana. Es más, ni siquiera volteaba a verla. Tal vez escogió el lugar opuesto y no se distraía lo más mínimo de las palabras de Pablo, que siguió predicando hasta al amanecer... ...tal vez, algunos otros tenían sueño, menos uno: Eutico.

Eutico, cuyo nombre significa "afortunado", ha sido en verdad afortunado. La noche en que cayó de la ventana, MURIÓ Y RESUCITÓ, había una comunidad escuchando la Palabra de Dios y un evangelizador que la predicaba con el poder del Espíritu.