PASTORAL DEL ALIVIO

REUNIONES:

1° y 2° Domingo de cada mes; Corazòn de Marìa (Zelarrayan al 700)

Miercoles 19:30 hs : Capilla del Hospital Español (Estomba al 500)

Peticiones: (0291) 156- 444 - 148.

martes, 21 de julio de 2009

EL PODER DEL ESPIRITU SANTO







“No es con ejército, ni con la fuerza,
sino con mi Espíritu,
ha dicho el Señor de los Ejércitos”

(Zacarías 4.6).


Dios tiene una naturaleza triuna. Esto significa que Su personalidad se revela en tres formas diferentes. Él es tres personas, y un solo Dios. El Espíritu Santo es parte de la naturaleza triuna de Dios que consiste del Padre, el Hijo Jesucristo, y el Espíritu Santo.
Jesús habló del Espíritu Santo como “Él”.


Jesús dijo:

Él hablará de mí. Juan 15:26 //


Yo os lo enviaré. Juan 16:7 //


Él me glorificará. Juan 16:14 //


Él no hablará de Él mismo. Juan 16:13

Cuando Jesús es bautizado, el Espíritu Santo desciende sobre Él,
y Dios habla:

“Y cuando Jesús fue bautizado, en seguida subió del agua, y los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma y venía sobre él. Y una voz de los cielos decía: "Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia” (Mateo 3:16-17).

Antes de volver al Cielo después de Su ministerio en la tierra,
Jesús habló del Espíritu Santo:

“Pero cuando venga el Consolador, el ESPIRITU de VERDAD que Yo les enviaré de parte del Padre, el cual procede del Padre, El dará testimonio de Mí” (Juan 15:26).

El Apóstol Pablo habló de la Trinidad de Dios en sus escritos:

“La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros” (2 Corintios 13:14).

El Apóstol Pedro también habló de la naturaleza triuna de Dios:

“Cuando sean injuriados en el Nombre de Cristo, son bienaventurados; porque el glorioso Espíritu de Dios reposa sobre ustedes” (1 Pedro 4:14).


La Biblia enseña que el Espíritu Santo es:

OMNIPRESENTE: Esto significa que Él está presente por todo lugar:

“A dónde me iré de tu Espíritu? A dónde huiré de tu presencia?”
(Salmos 139:7).

OMNISCIENTE: Esto significa que Él sabe todas las cosas:

“Pero a nosotros Dios nos las reveló por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun las cosas profundas de Dios. Pues ¿quién de los hombres conoce las cosas profundas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así también, nadie ha conocido las cosas profundas de Dios, sino el Espíritu de Dios” (1 Corintios 2:10-11).

OMNIPOTENTE: Esto significa que el Espíritu Santo es todo poderoso:

“Pero recibirán poder cuando el Espíritu Santo haya venido sobre ustedes, y me serán testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta lo último de la tierra” (Hechos 1:8).

ETERNO: Él no tuvo ningún principio y no tendrá ningún fin:

“¡Cuánto más la Sangre de Cristo, quien mediante el Espíritu eterno se ofreció a Sí mismo sin mancha a Dios, limpiará nuestras conciencias de las obras muertas para servir al Dios Vivo!” (Hebreos 9:14).

LA PERSONALIDAD DEL ESPÍRITU SANTO

El Espíritu Santo es parte de la naturaleza triuna de Dios, pero el Espíritu Santo también tiene una personalidad individual. La Biblia revela que el Espíritu Santo...

TIENE UNA MENTE:




“Y el que escudriña los corazones sabe cuál es el intento del Espíritu, porque El intercede por los santos conforme a la voluntad de Dios” (Romanos 8:27).

ESCUDRIÑA LA MENTE HUMANA:



“Pero a nosotros Dios nos las reveló por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun las cosas profundas de Dios” (1 Corintios 2:10).

TIENE UNA VOLUNTAD:
“Pero todas estas cosas las realiza el único y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como El designa” (1 Corintios 12:11).

La voluntad del Espíritu Santo guía a los creyentes para negarle el permiso a ciertas acciones:
“Atravesaron la región de Frigia y de Galacia, porque les fue prohibido por el Espíritu Santo hablar la Palabra en Asia. Cuando llegaron a la frontera de Misia, procuraban entrar en Bitinia, pero el Espíritu de Jesús no se los permitió” (Hechos 16:6-7).

La voluntad del Espíritu Santo también guía a los creyentes concediendo el permiso:
“En cuanto vio la visión, de inmediato procuramos salir para Macedonia, teniendo por seguro que Dios nos había llamado para anunciarles el evangelio” (Hechos 16:10).

HABLA:
Él habló a Felipe: “El Espíritu dijo a Felipe: Acércate y júntate a ese carro” (Hechos 8:29).

Él habló a Pedro: “Como Pedro seguía meditando en la visión, el Espíritu le dijo: "He aquí, tres hombres te buscan” (Hechos 10:19).

Él habló a los ancianos en la ciudad de Antioquia: “Mientras ellos oraban al Señor y ayunaban, el Espíritu Santo dijo: Apartenme a Bernabé y a Saulo para la obra a la que los he llamado” (Hechos 13.2).
Los capítulos 2 y 3 de Apocalipsis registran varios mensajes hablados por el Espíritu Santo a siete iglesias en Asia.

AMA:



“Pero les ruego, hermanos, por nuestro Señor Jesucristo y por el amor del Espíritu, que luchen conmigo en oración por mí delante de Dios” (Romanos 15:30).

INTERCEDE:



Uno de los rasgos de la personalidad del Espíritu Santo es que Él es un intercesor. Esto significa que Él ora a Dios en nombre de otros: “Y asimismo, también el Espíritu nos ayuda en nuestras debilidades; porque cómo debiéramos orar, no lo sabemos; pero el Espíritu mismo intercede con gemidos indecibles” (Romanos 8:26).

LA SENSIBILIDAD DEL ESPÍRITU SANTO

El Espíritu Santo tiene una naturaleza sensible. Esto significa que Él tiene sentimientos que pueden afectarse por las acciones del hombre. Debido a la naturaleza sensible del Espíritu Santo, la Biblia advierte que usted no debe:

MENTIR AL ESPÍRITU SANTO:
“Y Pedro dijo: --Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para mentir al Espíritu Santo y sustraer del precio del campo? Reteniéndolo, ¿acaso no seguía siendo tuyo? Y una vez vendido, ¿no estaba bajo tu autoridad? ¿Por qué propusiste en tu corazón hacer esto? No has mentido a los hombres, sino a Dios” (Hechos 5:3-4).

RESISTIR AL ESPÍRITU:
Resistir al Espíritu Santo es no rendirse a Él cuando Él intenta manifestarse

en tu vida:
“¡Duros de cerviz e incircuncisos de corazón y de oídos! ustedes resisten siempre al Espíritu Santo. Como sus padres, así también ustedes” (Hechos 7:51).

APAGAR EL ESPÍRITU:


Apagamos el Espíritu Santo cuando nos negamos a hacer lo que el Espíritu Santo nos manda hacer. La palabra “apagar” se usa en otra parte en la Biblia en referencia a apagar un fuego. Cuando apagamos el Espíritu Santo El detiene el flujo de Su poder dentro de nosotros. Es como tirar agua sobre un fuego.



La Biblia advierte:

No apaguen el Espíritu” (1 Tesalonicenses 5:19).

ENTRISTECER AL ESPÍRITU:


Apagar el Espíritu Santo es no hacer lo que el Espíritu Santo nos manda hacer. Entristecer el Espíritu Santo es hacer algo que el Espíritu Santo no quiere que nosotros hagamos.
Cuántas veces lo contristaron en el desierto; lo entristecieron en la sequedad!” (Salmos 78:40).

La Biblia advierte: “Y no entristezcan al Espíritu Santo de Dios en quien fueron sellados para el día de la redención” (Efesios 4:30).

INSULTAR AL ESPÍRITU:

Insultamos al Espíritu Santo volviendo al pecado después de que hemos experimentado el perdón a través de la Sangre de Jesucristo:
“Cuánto mayor castigo piensan que merecerá el que ha pisoteado al Hijo de Dios, que ha considerado de poca importancia la Sangre del Pacto por la cual fue santificado y que ha ultrajado al Espíritu de gracia?” (Hebreos 10:29).

BLASFEMAR EL ESPÍRITU:

“Por esto les digo que todo pecado y blasfemia será perdonado a los hombres, pero la blasfemia contra el Espíritu no será perdonada. Y a cualquiera que diga palabra contra el Hijo del Hombre le será perdonado; pero a cualquiera que hable contra el Espíritu Santo no le será perdonado, ni en este mundo, ni en el venidero” (Mateo 12:31-32).

El pecado de blasfemia contra el Espíritu Santo se ha llamado “el pecado imperdonable” porque según este pasaje este es un pecado para el cual no hay perdón. Blasfemar significa hablar palabras abusivas que rechazan el poder del Espíritu Santo y lo reivindica a Satanás. Si una persona rechaza totalmente el poder del Espíritu Santo entonces no podrá salvarse porque es el Espíritu Santo que atrae a los hombres pecadores a Jesucristo.

El Espíritu Santo produce muchas señales visibles para confirmar el poder de Dios.

MOLESTAR AL ESPÍRITU SANTO:


Molestar el Espíritu Santo significa irritar, disgustar, provocar, o enfadar. El Espíritu Santo es molestado por la desobediencia e incredulidad de la humanidad. El Profeta Isaías registra lo que sucedió al pueblo de Dios, Israel, cuando ellos molestaron el Espíritu Santo:
Pero ellos se rebelaron y molestaron a su Espíritu Santo. Por eso se volvió su enemigo, y él mismo combatió contra ellos” (Isaías 63:10 ).


EMBLEMAS DEL ESPIRITU SANTO

FUEGO: El fuego es un emblema del Espíritu Santo. El fuego significa:

La Presencia Del Señor:
Entonces se le apareció el ángel de Dios en una llama de fuego en medio de una zarza. El observó y vio que la zarza ardía en el fuego, pero la zarza no se consumía” (Éxodo 3:2).

La Aprobación Del Señor:
Entonces salió fuego de la presencia de Dios y consumió el holocausto y los sebos sobre el altar. Al ver esto, todo el pueblo gritó de gozo, y se postraron sobre sus rostros” (Levítico 9:24).

Protección Y Guía:
“Dios iba delante de ellos, de día en una columna de nube para guiarlos por el camino, y de noche en una columna de fuego para alumbrarles, a fin de que pudieran caminar tanto de día como de noche”
(Éxodo 13:21).

Purificación:
Isaías 6:1-8 cuenta del Profeta Isaías siendo purificado por el fuego del Espíritu Santo.

El Don Del Espíritu Santo:
Cuando el Espíritu Santo fue dado primero, se usó el Fuego como un símbolo de Su presencia:
“Entonces aparecieron, repartidas entre ellos, lenguas como de fuego, y se asentaron sobre cada uno de ellos” (Hechos 2:3).

Juicio: “Porque nuestro Dios es fuego consumidor” (Hebreos 12:29).

VIENTO:

Representa el PODER del Espíritu Santo:
El viento sopla donde quiere, y oyes su sonido; pero no sabes ni de dónde viene ni a dónde va. Así es todo aquel que ha nacido del Espíritu” (Juan 3:8).

“Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en un mismo lugar.
Y de repente vino un estruendo del cielo, como si soplara un viento violento,
y llenó toda la casa donde estaban sentados”
(Hechos 2:1-2).

El Viento Produce Vida:

Él esparce las semillas mientras él sopla y esto trae nuevo crecimiento.

El Espíritu Santo produce la vida a través de las semillas de la Palabra de Dios mientras ellas se esparcen en los corazones y mentes de los hombres.

Esta vida no sólo es vida eterna de salvación, pero vida espiritual madura
a través del fruto espiritual que resulta de la semilla de la Palabra.


EL ESPIRITU SANTO Y JESÚS

El ministerio del Espíritu Santo fue evidente en la vida de Jesús:

FUE CONCEBIDO POR EL ESPÍRITU:

“Respondió el ángel y le dijo: --El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra, por lo cual también el santo Ser que nacerá será llamado Hijo de Dios” (Lucas 1:35).

“El nacimiento de Jesucristo fue así: María estaba desposada con José; y antes de que se unieran, se halló que ella había concebido del Espíritu Santo. Mientras él pensaba en esto, he aquí un ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: "José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que ha sido engendrado en ella es del Espíritu Santo” (Mateo 1:18,20).

FUE UNGIDO POR EL ESPÍRITU:

“Y cuando Jesús fue bautizado, en seguida subió del agua, y los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma y venía
sobre El” (Mateo 3:16).

El Espíritu del Señor está sobre Mí, porque me ha ungido para
anunciar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado para
proclamar libertad a los cautivos y vista a los ciegos, para poner
en libertad a los oprimidos” (Lucas 4:18).

“Me refiero a Jesús de Nazaret, y a cómo Dios le ungió con el Espíritu Santo y con poder. El anduvo haciendo el bien y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él” (Hechos 10:38).

“Amaste la justicia y aborreciste la iniquidad; por lo cual te ungió Dios, el Dios tuyo, con aceite de alegría, más que a tus compañeros” (Hebreos 1:9).

FUE SELLADO POR EL ESPÍRITU:

“Trabajen, no por la comida que perece, sino por la comida que permanece para Vida Eterna, que el Hijo del Hombre les dará; porque en éste, Dios el Padre ha puesto su sello” (Juan 6:27).

FUE LLEVADO POR EL ESPÍRITU:

“Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el diablo” (Mateo 4:1).

FUE AUTORIZADO POR EL ESPÍRITU:

“Pero si por el Espíritu de Dios Yo echo fuera los demonios, ciertamente ha llegado a vosotros el REINO DE DIOS” (Mateo 12:28).

FUE LLENO DEL ESPÍRITU:

Entonces Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán y fue llevado por el Espíritu al desierto” (Lucas 4:1).

“Porque el que Dios envió habla las Palabras de Dios, pues Dios no da el Espíritu por medida” (Juan 3:34).

SE CONMOVIÓ EN EL ESPÍRITU:

“Entonces Jesús, al verla llorando y al ver a los judíos que habían venido junto con ella también llorando, se conmovió en espíritu y se turbó” (Juan 11.33).

SE REGOCIJÓ EN EL ESPÍRITU:

“En aquella misma hora Jesús se regocijó en el Espíritu Santo y dijo: Yo te alabo, oh Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas de los sabios y entendidos y las has revelado a los pequeños. Sí, Padre, porque así te agradó” (Lucas 10:21).

FUE OFRECIDO A TRAVÉS DEL ESPÍRITU:

¡Cuánto más la sangre de Cristo, quien mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará nuestras conciencias de las obras muertas para servir al Dios vivo!” (Hebreos 9:14).

FUE VIVIFICADO POR EL ESPÍRITU:

“Porque Cristo también padeció una vez para siempre por los pecados, el Justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en el Espíritu” (1 Pedro 3:18).

“Y quien fue declarado Hijo de Dios con poder según el Espíritu de santidad por su resurrección de entre los muertos,, Jesucristo nuestro Señor” (Romanos 1:4).

ORDENÓ A SUS DISCÍPULOS A TRAVÉS DEL ESPÍRITU:

“Hasta el día en que fue recibido arriba, después de haber dado mandamientos por el Espíritu Santo a los apóstoles que había escogido” (Hechos 1:2).

SELECCIONA SUS MINISTROS:

“Tengan cuidado por ustedes mismos y por todo el rebaño sobre el cual el Espíritu Santo les ha puesto como obispos, para pastorear la iglesia del Señor, la cual adquirió para sí mediante su propia sangre” (Hechos 20:28).

UNGE A SUS PREDICADORES:

Ni mi mensaje ni mi predicación fueron con palabras persuasivas de sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de su Poder” (1 Corintios 2:4).

DIRIGE SUS DECISIONES:


Porque ha parecido bien al Espíritu Santo y a nosotros no imponerles ninguna carga más que estas cosas necesarias” (Hechos 15:28).

BAUTIZA CON EL PODER:

“Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en un mismo lugar. Y de repente vino un estruendo del cielo, como si soplara un viento violento, y llenó toda la casa donde estaban sentados. Entonces aparecieron, repartidas entre ellos, lenguas como de fuego, y se asentaron sobre cada uno de ellos. Todos fueron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en distintas lenguas, como el Espíritu les daba que hablasen” (Hechos 2:1-4).

“Respondió Jesús y le dijo: “ a menos que uno nazca de nuevo no puede ver el reino de Dios. Nicodemo le dijo: --Cómo puede nacer un hombre si ya es viejo? Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre y nacer? Respondió Jesús: “ a menos que uno nazca de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. Lo que ha nacido de la carne, carne es; y lo que ha nacido del Espíritu, espíritu es. (Juan 3:3-7).

SANTIFICA:

El Espíritu Santo toma esta vida que se ha cambiado por la salvación;

“Pero nosotros debemos dar gracias a Dios siempre por ustedes, hermanos amados del Señor, de que Dios les haya escogido desde el principio para salvación, por la santificación del Espíritu y fe en la verdad” (2 Tesalonicenses 2:13).

BAUTIZA:

“Todos fueron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en distintas lenguas, como el Espíritu les daba que hablasen” (Hechos 2:4).

MORA DENTRO:

“¿No saben que son templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en ustedes?”
(1 Corintios 3:16).

De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas” (2 Corintios 5:17).

“Andad en el Espíritu, y así jamás satisfaréis los malos deseos de la carne. Porque la carne desea lo que es contrario al Espíritu, y el Espíritu lo que es contrario a la carne. Ambos se oponen mutuamente, para que no hagan lo que quieran” (Gálatas 5:16-18).

FORTALECE:

“A fin de que, conforme a las riquezas de su gloria, les conceda ser fortalecidos con poder por su Espíritu en el hombre interior”(Efesios 3.16)

UNE:
El Espíritu Santo hace un creyente uno en el Espíritu con Dios y con otros creyentes. Esto se llama la “unidad del Espíritu”:

Pero el que se une con el Señor, un solo espíritu es
(1 Corintios 6:17).

“Porque de la manera que el cuerpo es uno solo y tiene muchos miembros, y que todos los miembros del cuerpo, aunque son muchos, son un solo cuerpo, así también es Cristo. Porque por un solo Espíritu fuimos bautizados todos en un solo cuerpo, tanto judíos como griegos, tanto esclavos como libres; y a todos se nos dio a beber de un solo Espíritu” (1 Corintios 12:12-13).

INTERCEDE:

“Y asimismo, también el Espíritu nos ayuda en nuestras debilidades; porque cómo debiéramos orar, no lo sabemos; pero el Espíritu mismo intercede con gemidos indecibles” (Romanos 8:26).

“Pero vosotros, oh amados, edificándoos sobre vuestra santísima fe y orando en el Espíritu Santo” (Judas 20).

“Orando en todo tiempo en el Espíritu con toda oración y ruego, vigilando con toda perseverancia y ruego por todos los santos” Efesios 6:18).

GUÍA:

“Y cuando venga el Espíritu de verdad, él los guiará a toda la verdad; pues no hablará por sí solo, sino que hablará todo lo que oiga y los hará saber las cosas que han de venir” (Juan 16:13).

“Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios” (Romanos 8:14).

DEMUESTRA EL AMOR:

“Y la esperanza no acarrea vergüenza, porque el Amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos ha sido dado” (Romanos 5:5).
CONFORMA A LA IMAGEN DE CRISTO:

“Por tanto, todos nosotros, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor” (2 Corintios 3:18).

REVELA LA VERDAD:

“Pero a nosotros Dios nos las reveló por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun las cosas profundas de Dios”
(1 Corintios 2:10).

ENSEÑA:

“Y en cuanto a ustedes, la Unción que han recibido de El permanece en ustedes, y no tengan necesidad de que alguien les enseñe. Pero, como la misma unción les enseña acerca de todas las cosas, y es verdadera y no falsa, así como les enseñó, permanezcan en El” (1 Juan 2:27).

ASEGURA LA SALVACIÓN:

“El Espíritu mismo da testimonio juntamente con nuestro espíritu de que somos hijos de Dios” (Romanos 8:16).

“Y el que guarda sus mandamientos permanece en Dios, y Dios en él. Y por esto sabemos que el permanece en nosotros: por el Espíritu que nos ha dado” (1 Juan 3:24).

DA LIBERTAD:

“Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte” (Romanos 8:2).

“Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad” (2 Corintios 3:17).

CONSUELA:

“Entonces por toda Judea, Galilea y Samaria la iglesia tenía paz. Iba edificándose y vivía en el temor del Señor, y con el consuelo del Espíritu Santo se multiplicaba” (Hechos 9:31).

“Este es el Espíritu de Verdad, a quien el mundo no puede recibir, porque no lo ve ni lo conoce. Ustedes lo conocen, porque permanece con ustedes y está en ustedes.
Pero el Consolador, el Espíritu Santo, que el Padre enviará en Mi nombre, El les enseñará todas las cosas y les hará recordar todo lo que Yo les he dicho” (Juan 14:17,26).

VIVIFICA:

“El mismo Espíritu Santo que levantó a Cristo de los muertos mora en Ti. “Y si el Espíritu de aquel que resucitó a Jesús de entre los muertos mora en ustedes, el que resucitó a Cristo de entre los muertos también dará vida a sus cuerpos mortales mediante su Espíritu que mora en nosotros” (Romanos 8:11).

HABLA:

“Cuando los lleven para entregarlos, no se preocupen por lo que vayan a decir. Más bien, hablen lo que les sea dado en aquel momento; porque no serán ustedes los que hablarán, sino el Espíritu Santo” Marcos 13:11

DEMUESTRA EL PODER DE DIOS:

“Ni mi mensaje ni mi predicación fueron con palabras persuasivas de sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de su Poder, para que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios”
(1 Corintios 2:4-5).

LA IMPORTANCIA DE LA EXPERIENCIA:

El bautismo en el Espíritu Santo es importante porque nos permite que nos volvamos un testigo poderoso del mensaje del Evangelio:

Pero recibirán poder cuando el Espíritu Santo haya venido sobre ustedes, y me serán testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta lo último de la tierra” (Hechos 1:8).

INSPIRA LA ADORACIÓN:
“Dios es espíritu; y es necesario que los que le adoran, le adoren en espíritu y en verdad” (Juan 4:24).

CAPACITA PARA DAR TESTIMONIO:

El poder para dar testimonio es la verdadera evidencia que uno se ha bautizado en el Espíritu Santo. “Pero recibirán Poder cuando el Espíritu Santo haya venido sobre ustedes, y me serán testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta lo último de la tierra” (Hechos 1:8).

LOS CONVERTIDOS EN EFESO y SAMARIA:

Hechos 19:1-6 describe cómo Pablo fue a la ciudad de Efeso y la primera pregunta que Pablo hizo fue, “Recibieron el Espíritu Santo cuando creyeron… ?”

Y cuando Pablo les impuso las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo, y ellos hablaban en lenguas y profetizaban”

“Los apóstoles que estaban en Jerusalén, al oír que Samaria había recibido la Palabra de Dios, les enviaron a Pedro y a Juan, los cuales descendieron y oraron por los samaritanos para que recibieran el Espíritu Santo. Porque aún no había descendido sobre ninguno de ellos el Espíritu Santo; solamente habían sido bautizados en el nombre de Jesús. Entonces les impusieron las manos, y recibieron el Espíritu Santo” (Hechos 8:14-17).

El Espíritu Santo estaba CON los líderes espirituales de los tiempos del Antiguo Testamento. Pero Él NO estaba todavía EN ellos. Ésta es la diferencia entre los ministerios del Espíritu Santo en el Antiguo y en el Nuevo Testamento.